CDMX, (Info To Go).- Las cervezas son extremadamente sensibles a la temperatura con la que son servidas; así como al tamaño, forma y limpieza del vaso que las contiene, así que se recomienda tener cuidado sino a cambio podrás recibir aromas y una complejidad de sabores inesperada.
Nada afecta más la experiencia de tomar cerveza que su temperatura, el sabor, aroma, textura, carbonatación e incluso su transparencia pueden verse afectadas debido a los cambios de temperatura.
Cuando una cerveza se encuentra demasiado fría sus agentes aromáticos quedan atrapados en el líquido y es muy difícil percibir sus aromas, si estos no se volatilizan es casi imposible para el olfato humano registrarlos.
Ninguna cerveza de especialidad debe servirse cercana al punto de congelación, de ésta manera puede hacer que una cerveza parezca desabrida y sin cuerpo.
El frío excesivo también aumenta la sensación de amargor y astringencia en una cerveza, dificultando su disfrute. De la misma manera una cerveza muy caliente, tampoco es muy agradable, puesto que la sensación de amargor y carbonatación prácticamente desaparecen.
Los estilos que se sirven entre los 4.5 y los 7°C son: Pale Lager y Pilsner, Lager Oscuras, de Trigo, Belgas claras y Tripels de Abadía, Lámbic, Stouts Nitrogenadas, Cream y Blonde Ales.
Las American Pale Ale, Indian Pale Ale, Stouts y Porters se disfrutan mejor entre los 7 y los 10 grados. Y las más calientes, que se sirven entre 10 y 13°C son las Doubbels Belga, las Real Ales y las Stron Lagers.
Es complicado lograr la temperatura perfecta, pero cuando lo logramos la cerveza se abre mostrando su gran rango aromático lo cual aumenta nuestra posibilidad de disfrutarla.
Del 26 al 28 de octubre en WTC se presentará Cerveza México, la oportunidad perfecta de reunir a todos los profesionales de la cerveza artesanal en un foro que invita al conocimiento, la reflexión y la discusión sobre los temas y tendencias que hoy importan dentro de la industria cervecera.
